Ante la debilidad de la corona española , el 15 de septiembre 1808 un grupo de conspiradores dirigido por el hacendado español Gabriel de Yermo da un golpe de estado que destituye al virrey Iturrigaray. En su lugar queda el manipulable Pedro Garibay. Poco después el virrey es reemplazado por el arzobispo Francisco de Lizana. Ambos hechos contribuyen a radicalizar las posturas de los criollos opositores al régimen, que ven como obsoleto al orden político-jurídico y empiezan a organizarse para cambiar el régimen aprovechando el vació de poder en la metropoli.
La ciudad de valladolid fue testigo de los primeros intentos a favor de la independencia. Pronto surgieron otros en Queretaro, donde destacaba la acción de Ignacio Allende, el corregidor Miguel Dominguez y su esposa Josefa Ortiz, Mariano Abasolo, Ignacio Aldama y Don joaquin Arias. A este grupo de conspiradores criollos se unió el sacerdote Miguel Hidalgo y Costilla, cura de la ciudad de dolores.

En celaya, Hidalgo fue nombrado general del ejercito; Allende, teniente y Aldama, Mariscal. De ahí se dirigieron a guanajuato, donde sus tropas destrozaron alhondiga de granaditas y tomaron la ciudad. Enseguida partieron a valladolid, donde Hidalgo declara la abolida la esclavitud y suprime el pago del atributo en moneda y en especie con el fin de atraer mas simpatizantes.
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